miércoles, 27 de agosto de 2008

Shadowrun: Capítulo 2

II

Pero la vida de un Runner no es mágica, siempre en peligro, siempre en las sombras, siempre dependiendo de que haya otro trabajo peligroso cuando has terminado de curarte las heridas, para pagar el alquiler y quieres tener algo no caducado en la boca. Y si eres un Troll de más de dos metros de altura, tu alquiler es mayor por que ocupas más, la comida es más cara por que necesitas más cantidad y Tyron es grande incluso para los Trolls.

Son malos tiempos para un Runner, no hay trabajo, las Mega-corporaciones están en uno de esos raros momentos en los que todas están haciendo balance y no se hostigan las unas con las otras, están esperando el momento propicio para atacar y hasta ese momento… los Runners están en paro. Siempre habrá algún trabajillo de un particular para asesinar al amante de una esposa, o de una banda pequeña que quiere dar un golpe a otra banda, pero el pago suele ser malo, y algunas bandas suelen preferir pagar con un crucero flotando boca abajo en el río.

Una luz verde parpadea en la pared sobre un pequeño monitor, y cuando Tyron acciona el botón que hay al lado el monitor se ilumina mostrando una barba con un par de ojos encima.

- ¿Qué quieres pequeña bola de pelo?- Le espeta Tyron al enano de la pantalla

- Mira quien fue a hablar, Mr. Cornudo 2150- replica el enano-. Al menos yo no tengo pulgas entre mi pelo.

- Claro, como por arriba eres más calvo que una boca de incendios… ¿Es para saber cuando llueve?

- Tendría que esquilarte con mi hacha y hacer un par de colchones para que sirvieras de algo.

- Al menos si hablara con tu hacha, me tendría que agachar menos que contigo, un arma tan grande es un estorbo.

- ¿Tienes envidia de mi arma, pichurrín?

Tyron mira fijamente la pantalla sin decir nada, el enano mantiene la mirada fija en sus ojos, y al cabo de unos segundos estallan en carcajadas.

- ¿Pichurrín?- logra articular Tyron entre risas e hipidos- ¿Usas una palabra que ya era antigua en el siglo pasado?

- Es que me lo has puesto a huevo.- un instante de silencio sigue a sus palabras y un nuevo estallido de risas resuena en el edificio de Tyron.

Unos minutos después tras un par de chistes verdes seguidos de más risas Tyron y el enano hablan de negocios.

- Esta situación es un asco Günther.- Se queja Tyron al enano.- Yo necesito plásticos para la casa, comer y el mantenimiento del Pony.

- ¿Todavía conduces ese cacharro?- El monitor muestra un primer plano de Günther que se ha acercado a la pantalla con cara de asombro.

- Hey, “ese cacharro” nos ha salvado el culo más de una vez. Pero no cambies de tema, sé que necesitas los plásticos tanto como yo. ¿Me equivoco?

- No, pero ¿Qué propones?

Tyron se lo contó.

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